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LAS CARENCIAS DESDE LAS CUALES NOS RELACIONAMOS CON LOS OTROS


“Para conseguir el amor de otros, primero debes amarte a ti mismo”. Apuesto a que has escuchado cientos de veces esta frase. Y no se discute. Es una de esas verdades de a puño que sería imposible controvertir y rebatir. Amarnos a nosotros mismos es condición fundamental para amar a los demás.


El problema de ese mandato es que da claramente un qué, pero ninguna pista sobre cómo. No es tan simple como tomar la decisión: “Perfecto. A partir de ahora voy a amarme a mí mismo. Y desde mañana, que me amen los demás.” Tener una buena relación contigo mismo puede ser un asunto que escapa a tu voluntad.


Lo que sí puedes ver nítidamente en tu vida son los efectos de esa falta de amor propio. Especialmente en el terreno de la pareja, que es donde afloran nuestros conflictos más íntimos. Es ahí donde solemos sentirnos más vulnerables y más desorientados.


Si no están bien ajustadas las tuercas de la estima propia, probablemente tiendas a ser enamoradizo.


Ese sentimiento puede llegar a ser muy fuerte y, aun así, falso. Quizás haya atracción genuina. Pero mientras no cruces la frontera que separa la fantasía del encuentro real con la otra persona, no pasa de ser una ilusión.


Si te ocurre con frecuencia, no lo dudes: lo que hay en el fondo es un asunto por resolver contigo mismo, no con Cupido. Tu actitud habla de una carencia. Es tan fuerte que en un punto pierdes el sentido de las proporciones y te conformas con llenar ese vacío aunque sea con una mentira.


El conflicto es la base de la relación en muchas parejas.


Ese tipo de relaciones son las más difíciles de terminar, precisamente porque se edifican sobre la carencia afectiva. Acabar con esos vínculos es caer en el abismo de soledad que la relación encubre. “Peor es nada”, dices para tus adentros.


Ese es el punto precisamente: la nada. La carencia. Ese lugar que quedó vacío para siempre, quizás debido a necesidades afectivas que no fueron satisfechas durante la niñez.


Como identificar las carencias desde las cuales me estoy relacionando:


Una pista importante es identificar que es aquello que le pido a mi pareja, pero que por mas que se me entregue, nunca tendré suficiente.


1. AFECTO: Genera en el adulto un miedo casi constante: el temor a que le fallen emocionalmente, la angustia a ser abandonado una y otra vez. solicita muchas expresiones de amor, caricias, palabras de afecto, abrazos, etc.


2. COMPAÑÍA: Experimenta soledad extrema y solo puede sentirse acompañado con esta pareja, aunque no reciba una compañía de calidad. No hacer planes sin la pareja, no tener un propio espacio, no tener un propio mundo e incapacidad de gestionar que la pareja tenga ese espacio y lo disfrute.


3. SEGURIDAD Y PROTECCION: Desconfianza del entorno y miedo constante a alguna situación que percibe como ataque y sensación constante de no poder resolverlo sin su pareja. Se excusa en el otro para no parar a la acción.


4. PROVEEDOR: El logro de un estilo de vida materialmente hablando, pesa mucho en la relación, adicional a sentir que se es incapaz de lograr ese estilo de vida individualmente. Tambien puede presentarse una situación en la que pongo en los hombros del otro la responsabilidad de salir adelante, lograr, alcanzar en la medida de mis sueños y justifico el no logro de esas metas con la incapacidad del otro.


5. RECONOCIMIENTO: Una necesidad imperiosa por recibir agradecimiento por lo que hace por los demas, necedidad de atención, necesidad de aprobación, reclama atención a su nuevo look, su vestido nuevo, halagos excesivos por los logros alcanzados, con la sensación de que nunca es suficiente.



El problema es que si te dejas seducir por esos cantos de sirena estarás renunciando a la posibilidad de construir un amor real. Ese que te hace sentir que vales. El tipo de relación que te da seguridad en lugar de robártela. Ese vínculo que se edifica sobre la aceptación mutua, la voluntad de comprensión y el respeto.


Mejor que de una vez por todas decidas ser bueno contigo mismo. Que aprendas a reconocer esas trampas con las que tú mismo vuelves imposible tu avance.


Si identificas que te relacionas desde alguna de ellas, empieza a darte aquello que le pides al otro.


Nunca tendrás suficiente hasta que tu no te des aquello que crees necesitar!!


LINA E - LIFE COACH

Coach relacional

Whatsapp: +57 3042432433



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